.jpg)
.svg)
Imagine una empresa no sólo responsable, sino también profundamente arraigada en la comunidad local, contribuyendo activamente a su desarrollo económico, social y ambiental. En 2022, un estudio reveló que el 96% de los franceses considera que las empresas deben desarrollar una responsabilidad territorial. Si la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) ya le parecía compleja, prepárese para conocer un concepto aún más integrado: la Responsabilidad Territorial Empresarial (RTE). Descubramos cómo este concepto puede transformar el compromiso local de las empresas.
¿Qué es la Responsabilidad Territorial Empresarial (RTE)?
El término "territorio" para una empresa no se limita a una simple zona geográfica. Engloba un ecosistema complejo que incluye intereses colectivos, dinámicas sociales y sinergias económicas. La Responsabilidad Territorial Empresarial (RTE) adopta un enfoque integrado, donde las empresas se comprometen a abordar los desafíos sociales, ambientales y económicos de los lugares donde están establecidas. Buscan crear valor compartido al:
- Fomentar la creación de empleos locales y condiciones de trabajo equitativas.
- Promover el emprendimiento local y el desarrollo de competencias.
- Adoptar prácticas sostenibles e invertir en iniciativas ecológicas.
- Contribuir al desarrollo de infraestructuras y servicios públicos.
- Colaborar con las partes interesadas locales para satisfacer las necesidades específicas de la región.
La RTE se inscribe así en una estrategia que busca integrar las consideraciones territoriales en la estrategia y las prácticas de las empresas. Permite favorecer un desarrollo sostenible en las regiones donde operan.
RTE vs RSC : ¿Cuál es la diferencia?
Aunque la RSC se concentra en las prácticas sostenibles de las empresas, la RTE amplía esta perspectiva para incluir una dimensión territorial. Mientras que la RSC rara vez aborda aspectos locales o regionales, la RTE posiciona a la empresa como un actor integrado en su ecosistema territorial global.
Gracias a un marco regulatorio, la RSC se ha convertido en una práctica común en muchas empresas:
- Norma ISO 26000.
- Agenda 2030.
- Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Estatuto de Empresa con propósito.
Por su parte, la RTE sigue siendo poco conocida y conceptualizada. Este concepto, que se basa en la responsabilidad hacia los territorios y las .partes interesadas, está recibiendo una atención creciente por parte de las empresas. Va más allá del compromiso social para dirigirse hacia una lógica de retorno sobre la inversión y sostenibilidad del desarrollo económico local. La RTE promete transformar los modos de funcionamiento individuales en una colaboración colectiva más eficaz y en la creación de una comunidad sostenible.
Los desafíos de la RTE para las empresas con múltiples sedes
Al desarrollar una sólida Responsabilidad Territorial, las empresas buscan integrarse completamente en su ecosistema local. Los desafíos de la RTE son diversos:
- Desarrollo económico local: Permite estimular la actividad económica y crear empleos sostenibles.
- Impacto ambiental: A través de acciones concretas, las empresas protegen y restauran el medio ambiente local, contribuyendo a la sostenibilidad del ecosistema.
- Integración social: Al arraigarse en el lugar, las empresas fortalecen la cohesión social y contribuyen al bienestar de las comunidades locales.
- Diálogo con las partes interesadas: La RTE fomenta la colaboración entre los diferentes actores del territorio, promoviendo la emergencia de soluciones colectivas.
Para alcanzar estos objetivos, la RTE se basa en tres mecanismos clave:
Anclaje territorial: Inversiones sostenibles y participación activa en la vida local.
Cooperación territorial: Colaboración entre los actores locales para abordar las necesidades específicas de la región, fomentando el intercambio de recursos y habilidades.
Mayor papel de los actores públicos: Para promover la RTE, los actores públicos deben integrar explícitamente este concepto en sus políticas e iniciativas, de manera similar a como lo hacen con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Un simple discurso sobre el anclaje territorial ya no es suficiente. Es necesario desarrollar un marco y unos indicadores aceptados por ambas partes que reestablezcan un diálogo virtuoso sobre el desarrollo económico local. Este marco debe nivelar los intereses de las empresas y los de los territorios, abandonando el discurso meramente declarativo de compromiso local en favor de una estrategia que genere un valor añadido mutuo entre empresa y territorio.
¿Por qué adoptar una estrategia RTE?
Adoptar una estrategia de Responsabilidad Territorial de las Empresas (RTE) ofrece numerosos beneficios para las empresas, entre ellos:
Fortalecer la atracción y retención de talentos: Según un estudio de l’ESS Francia en 2022, el 96% de los franceses considera que las empresas deben desarrollar una responsabilidad territorial. Una empresa comprometida localmente atrae y retiene mejor a sus talentos.
Optimizar la mutualización y seguridad de recursos locales: Al utilizar recursos locales, las empresas reducen su dependencia de proveedores distantes, fomentando así una economía circular y sostenible.
Promover una gobernanza inclusiva y una mayor colaboración con los actores públicos: Al involucrar activamente a las partes interesadas locales, las empresas promueven una gobernanza compartida que responde de manera efectiva a las necesidades específicas de la región.
Evaluar y maximizar el impacto local: Al medir su impacto en la comunidad local, las empresas pueden ajustar sus prácticas para maximizar los beneficios para el territorio y sus habitantes, logrando un equilibrio óptimo entre RSC e impacto territorial.
Contribuir al desarrollo integral del territorio: Participar en el desarrollo territorial no se limita solo a la economía. También abarca el bienestar, la calidad de vida de los habitantes y los desafíos de la gobernanza. De esta manera, la empresa se convierte en un referente y un pilar para las comunidades locales.
Al adoptar una estrategia de RTE, las empresas con múltiples sedes no solo pueden fortalecer su arraigo local, sino también contribuir de manera significativa al desarrollo sostenible y equitativo de los territorios donde operan.
Obstáculos y Barreras
Aunque la implementación de la RTE puede enfrentar desafíos como modelos de gobernanza no adecuados o resistencias de los actores involucrados, los beneficios son numerosos. La RTE puede fortalecer la marca empleadora y la reputación de las empresas, al mismo tiempo que fomenta ecosistemas más sostenibles y equitativos. Involucra métodos de movilización colectiva progresiva, desde la concepción hasta la implementación del plan de acción, proporcionando a las empresas y los territorios un lenguaje común.
Lakaa, herramienta de referencia para gestionar su enfoque de RTE
Lakaa es una herramienta dedicada a las empresas con múltiples sedes para desplegar, monitorear y valorar su enfoque de RSC a nivel local, es decir, para animar su enfoque de RTE.
Implementada en diversas empresas multisedes (Leroy Merlin, Intersport, Generali, MAIF, SantéCité, JOA, Elior, ...) a escalas nacional, europea o internacional, Lakaa permite a las empresas involucrar a todas sus sedes localmente en torno a sus prioridades ambientales y sociales.
De esta manera, los sedes locales refuerzan su arraigo en la comunidad, establecen vínculos sólidos con asociaciones locales, involucran más a su base de clientes en acciones ambientales y sociales, y convierten a sus empleados en embajadores de los compromisos de la empresa dentro de su territorio.
Descubre cómo Lakaa puede transformar tu enfoque de RTE. ¡Contáctanos hoy mismo!
Fuentes:
France Stratégie, "La Responsabilité Territoriale des Entreprises", 2018.
Estudio de ESS Francia, 2022, sobre la opinión pública y las expectativas de los ciudadanos hacia la RTE
Norma ISO 26000, Agenda 2030 (ONU), Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Ley Pacto y estatus de Empresa con propósito.
Libro blanco 'La Responsabilidad Territorial en la Industria', producido por la consultora Compagnum.